24.1.10

TALLER DEL PRÀCTICUM, OPCIÓ A, de Mª. Josefa Espin

TALLER DEL PRÁCTICUM, del Màster de Creació Literària.
OPCIÓ A, CARTA DE AMOR. Mª Josefa Espin Lombardo
Mi amada Susi, hace dos días saltó el automático del contador de la luz y me encuentro atrapado en el ascensor de casa. No puedo llamarte desde el teléfono mobil. Me lo dejé dentro de la guantera del coche. No puedo decirte cuánto te añoro y cuánto te amo. Estoy aterrorizado pensando en la nefasta posibilidad de no poderte ver nunca más. He gritado impotente hasta quedarme sin voz, esperando el milagro de que alguien me oyera, pero nada, ha sido totalmente inútil. No sé cuál debe ser el motivo de la avería que me ha condenado a este involuntario encierro. Sólo sé que te echo de menos, y no sólo por ser tan bella, sino por tu inteligencia y el amor que sientes por mí.
Si al menos hubiera un ventanuco, podría ver el jardín y a la gente pasar. No dejo de pensar en todo lo que me estoy perdiendo fuera de estas paredes. Pero la triste realidad es que nadie sabe que estoy aquí en casa encerrado, porque todos me hacéis en el safari africano que preparé hace algunos meses, y que empezaba ayer. Pero volví antes de llegar al aeropuerto. Estaba a una calle de distancia de mi casa, cuando la duda me asaltó. No estaba seguro de haber cerrado el paso del agua. ¡Maldita mi suerte! ¿Por qué tuve que volver? ¡Oh, que hermosas son las margaritas de ahí fuera que ya nunca más volveré a ver! Claro, que ahora que lo pienso, dejé el coche aparcado en la calle, puede que alguien lo advierta y venga a casa para avisarme de que le molesta para pasar, o no sé… por cualquier otro motivo. ¡Ah, ojalá, sea así y no tarden mucho! ¡Empiezo a tener sed! Con cuanto gusto me bebería ahora un buen trago ¿Recuerdas querida, nuestro viaje del verano pasado a Cantabria? ¡Qué bella fue nuestra estancia en el parador de montaña Fuente Dé! dónde por cierto, se comía muy bien. ¡Ay, desgraciado de mí porque habré pensado en comida! ¿Será porque siempre deseamos lo que no tenemos? ¡Qué tarde se está haciendo! Y yo aquí encerrado, separado del mundo. Me pregunto cuando vendrán a rescatarme, y cuándo me rescatarás tú de mi vida inútil dándole un nuevo sentido. ¡Dios! ¡que calor hace aquí dentro!
Han pasado tres horas más. Me he quedado frito. Creo que he dormido bien. No me extraña, con este calor de verano no he podido hacerlo durante noches, y ahora como es lógico, he caído exhausto. Pero sigo aquí, en compañía de un mosquito, que no sé por dónde puñetas ha entrado. ¡Ah, cómo me gustaría ser mosquito como él, durante unos segundos para poder salir de aquí, por el mismo sitio por el que ha entrado! Aunque pensándolo bien, de poder escoger, sería ese animalito un par de horas más, e iría a dónde estás tú. Allí primero te miraría en silencio, a continuación me acercaría silenciosamente a ti, acariciaría la bronceada piel de tus hombros y luego subiría hasta tu delicado rostro y posando mis alas en tu mejilla te daría un casto beso de amor.Después, me alejaría de ti y desde una corta distancia volvería a contemplarte satisfecho de ser yo la persona que más te ama. ¡Ah, pero que sed tengo! ¡Qué tarde es! ¿Cuándo me sacarán de aquí? ¡Me voy a volver loco!
Susi, me resulta difícil respirar, creo que me estoy quedando sin oxígeno. Bueno, supongo que exagero. ¡Horror, qué mal olor despide la dichosa bolsa de basura! ¿Por qué habré tenido la estúpida idea de cogerla? Sí ya lo sé, porque la olvidé echar antes al contenedor, y como quise revisar toda la casa de nuevo antes de volver al coche, pase también por la cocina y allí la vi recostada en un rincón. Si hubiera sabido lo que me esperaba jamás la hubiera cogido… Cómo me gustaría poder trasmitirte mis pensamientos desde aquí. ¿Sabes? aún me resulta difícil creer que te hubieras fijado en mí. Siempre te veía trabajando pegados tus dedos al ordenador, y deseaba ser teclado para recibir tus caricias. Durante meses y meses te observé y amé en silencio. Yo, que había sido siempre un crápula, caí herido por las flechas de Cupido. Estoy enamorado de ti, hasta la médula.Y ¿recuerdas aquél 18 de enero, cuándo al fin, venciendo el miedo a tu rechazo, me acerqué a tu mesa, para invitarte al cine? ¡Dios, qué día aquel! Estando tú a mí lado, solo tenía ojos para ti, me costaba hasta respirar y desde luego ni recuerdo el título de la primera película que vimos juntos. Sí, me costaba respirar como ahora, con el mal olor que sale de la bolsa. Ni tapándome la nariz lo puedo aguantar. ¡Ay, lo que faltaba! espero que no oigas mis tripas sonando al compás de un desafinado concierto. ¡Tengo hambre! ¡ tengo hambre y sed! ¡Quiero gritar! ¡Estoy desesperado, no puedo más! Si lo atrapo me lo como. Pero no, no es tonto y se ha escondido. Es él o yo. Estará aguardando un descuido para picarme. Creo que sería capaz de comerme a ese infeliz. Después de todo, no haría nada malo, es lo que hacen en algunos países. Claro está que allí los fríen. Así deben estar más buenos. ¡Oh! ¡Dios! ¡que calor hace aquí! Si me lo como me convertiré en un insecticida, pero mientras no se enteren los de la protectora de animales y... …¡ah, que daño, que picor, como me duele, maldito mosquito! Te has adelantado a mis propósitos y me has picado. Me has picado si compasión. Como te atrape vas listo…
El tiempo pasa, tengo los brazos acribillados. Ese mal bicho no me dejará tranquilo hasta que no selle con su pico toda la geografía de mi piel. No quiero ni mirar el reloj, ¿para qué? Y a ti, amada mía, te digo que me alegro de que ahora no me veas así. ¡Estoy horrible! soy un colador tirado en el suelo de esta prisión. Y me pregunto si se convertirá esta también en mi tumba… Y si no me muero, acaso me vuelva loco. Me he pasado horas y horas hablando solo. ¡Esto es terrible! Pero calla, oigo voces.... Vendrán de fuera ¿o es que las oigo dentro de mí? ¡Ah, desesperación! ¡acaba con este martirio! Definitivamente si tardan mucho en venir por mí acabo loco. Pero, calla, ¡silencio! se oyen voces... ¿Será verdad lo que oigo o es una alucinación? .¡Ah amada, por fin vienen a buscarme! Pero infeliz de mí voy a engañarte con otra mujer. Jamás había visto a una tan bella. Verás, es especial, lleva una guadaña en la mano y va vestida de negro. No sé ahora mismo qué decir, pero me recuerda a alguien. Me sonríe y se acerca a mí. Me ha susurrado con una voz muy dulce que viene a sacarme de este encierro, y yo la creo. Perdóname Susi, pero me voy con ella, me arrastra con él. Ella es mi liberación, ella es mi vida y mi muerte. Ella es mi destino. ¡Adiós querida ¡olvida al espejismo que en tu vida fui!

Dos semanas después, molestos por el mal olor que salía de la casa de al lado, unos vecinos avisaron a la policía. Estos no tardaron en personarse y al entrar en la casa, el olor putrefacto les guió ante el ascensor. Temiendo lo peor, conectaron la luz y al bajar a la primera planta, este se abrió con facilidad. El espectáculo era dantesco. Descubrieron el cuerpo de un varón con evidentes signos de descomposición, junto a los restos de una bolsa de basura y la tapa de un refresco de lata ensangrentada. En el interior del ascensor, junto a la obertura de la puerta, vieron algo parecido a los restos de unas uñas, pegadas a sangre ya seca. Inmediatamente avisaron al forense. La noticia de tan macabro hallazgo se difundió con gran rapidez por toda la ciudad, y gracias a los medios de comunicación por todo el país.
En otra casa de la ciudad, una joven lloraba ante el televisor, y gritando desconsoladamente, se retorcía de dolor..


No comments:

Post a Comment

Followers

Blog Archive